La vida del javer/a de Olam
- Dana Wicnudel
- 5 mar 2022
- 2 Min. de lectura
Mañana vuelve Olam y nos reencontramos con la gente que queremos. Después de un largo verano estamos listos para volver a nuestra rutina y aprender jugando. ¿Están listos para descubrir quienes van a ser sus madrijim/ot?

Lo que más disfruto de Olam es que cada javer y javera decide como quiere incluirlo en su vida. Para muchos arranca siendo un lugar donde te vas a divertir con amigos/as, jugas al fútbol y conoces gente nueva super buena onda. Pero a medida que pasa el tiempo, vas creciendo y te enamoras de su esencia: entendes que además de tu grupo hay otra gente por conocer, aprendes sobre la ideología, el movimiento juvenil y el pensamiento crítico.
Sos janij/a y admiras a tus madrijim/ot como si fueran superhéroes. Estás emocionado/a por tu primer majane y escuchas cantar al grupo más grande en el mifkad, soñando ser como ellos. Hasta que te das cuenta que el tiempo pasa y ahora vos sos el que canta en el medio del mifkad dando el ejemplo a los más chicos. Te decis a vos mismo/a que no es la gran cosa porque todavía falta la prebogrut y recién ahí te vas a sentir el centro de atención. Termina el año y sos preboguer: te pones melancólico, no entendes como podes estar tan grande pero no le das mucha bola porque estás emocionado por aprender y prepararte para subir al tzevet. Empezas a ver la tnuá con otros ojos, tu perspectiva como janij/a se altera y arrancas a valorar todo: como voluntarios/as pueden trabajar tanto para dar un marco judeosionista a chicos y chicas, dispuestos/as a utilizar el tiempo de sus semanas, capacitarse y no importa que, aparecer el sábado siempre con una sonrisa.
Se termina el Kaitz y te entregan la jultza. No sabes cómo actuar: tenes ganas de hacer todo pero al mismo tiempo le tenés miedo a lo desconocido. Aprendes a superarte, te das cuenta que para tus janijim/ot ahora vos sos el superhéroe así que te pones fuerte, te motiva a aprender y dar siempre lo mejor de vos. Volves de 9 meses en Israel donde lo único que pensabas era como regresar a Argentina y llevar a Olam Beiajad lo más alto posible. Ideas, proyectos, aptitudes nuevas listas para ser utilizadas. Altibajos te marean pero terminas el año bien acompañado/a y en el lugar correcto.
Mañana arranca tu último primer sábado en la tnuá. Ese lugar donde entraste cuando eras chiquito/a para jugar y hacerte amigos ahora se volvio tu casa y tu familia. Las emociones alteran tu cabeza, querés tener el mejor año posible y cerrar tu ciclo tnuatí con una sonrisa enorme. Pensas como va a ser tu vida después de Olam pero no estás seguro/a de querer escuchar la respuesta: no sabes como actuar, le tenés miedo a lo desconocido. Te sentas a escribir y recordás todos los momentos que pasaste como fotos en tu cabeza. Melancólica pero contenta, terminas el texto y te preparas para este nuevo 2022 sin entender como un lugar y gente desconocida te pudo hacer tan feliz durante todos estos años.
Gracias por todo Olam.
Shelí, Sheljá, Shelanu
שלי, שלחה, שלנו
Comments